lunes, 15 de noviembre de 2010

Biografia de Pedro de Cordoba

Pedro de Córdoba nació en Córdoba, Andalucía (España) entre mayo y septiembre de 1482. Realizó los estudios de Leyes en la Universidad de Salamanca, allí entró en contacto con los dominicos del Convento de San Esteban, atraído por la personalidad y forma de vida de estos religiosos decidió hacerse fraile dominico. Hacia el año 1501 tomó el hábito de la Orden Dominica e inició su año de noviciado. Al concluir esta etapa hizo su profesión religiosa y continuó con sus estudios de artes, filosofía y teología hasta 1508. En 1506 fue ordenado diácono y en 1508 recibió el Orden sacerdotal. Permaneció en el Convento de San Esteban hasta 1509 para luego ser asignado al Real Convento de Santo Tomás de Avila, donde se ocupó en el ministerio de la predicación.
En 1510 llegó a Santo Domingo en la isla de La Española, entonces sede de la Audiencia de los territorios españoles en el Nuevo Mundo, junto con otros tres frailes dominicos, fray Antonio de Montesinos, fray Bernardo de Santo Domingo y fray Domingo de Villamayor, y constituyó la primera comunidad y convento de esa orden en América, base de la futura provincia dominica de Santa Cruz de Indias.
En el transcurso del viaje a Santo Domingo la nave Espíndola, donde viajaban los religiosos, realizó una parada en Puerto Rico. Pronto llegarían a esa tierra, en diciembre de 1510 otra expedición de dominicos y un año después otra tercera. En esa parada tuvieron que dejar a fray Antonio Montesino en la isla, en Cáparra, al estar gravemente enfermo. Probablemente, según creen historiadores como Antonio Cuesta Mendoza, fue en esa ocasión cuando Montesinos tuvo la ocurrencia de fundar un convento de su orden en la isla. En 1521, cuando se traslada Caparra a la isla de San Juan, una de la principales obras es la construcción de un convento dominico en la parte septentrional de la isleta, para lo que trae seis frailes. Ya en 1514 estuvieron de visita en Puerto Rico fray Antonio Montesino, fray Pedro de Córdoba y fray Juan Garcés.
Fray Pedro de Córdoba, junto con sus compañeros, se dedicó a la evangelización y educación de los indígenas llegando a publicar un catecismo dedicado a la enseñanza de la doctrina de Cristo a los indios. El catecismo, publicado en 1544 en México por el obispo de Nueva España fray Juan de Zumárraga, se titulaba Doctrina cristiana para instrucción e información de los Indios por manera de historia.
Al año siguiente de su llegada a La Española, permitió la denuncia que fray Antonio de Montesinos realizó en el sermón del 21 de diciembre de 1511 contra los abusos que se estaban cometiendo en el sistema de encomiendas que llegaban a esclavizar a los encomendados, saltándose las obligaciones que dicho sistema les imponía a los colonizadores. La denuncia caló y molesto a la excipiente y poderosa sociedad colonial, que basaba sus riquezas en la explotación esclavista de los indígenas. Fue tal el mal estar que Pedro de Córdoba se vio obligado a volver a metrópolis a responder a las acusaciones, que desde La Española le llegaron al rey. Sus razones sirvieron para que las Leyes de Burgos fueran suavizadas.
Realizó la labor misionera en los territorios de La Española y Venezuela e intentó, junto con Montesinos, realizar una evangelización pacífica.
La defensa de los indios, que realizó junto con fray Bartolomé de Las Casas, junto con el proceder diario le proporcionó una gran reputación de sacerdote modelo. Fue altamente respetado por el clero, los laicos y los indios.
Murió en Santo Domingo el 4 de mayo del año 1521.

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